Sólo quien ya elevó la lira
también entre las sombras,
puede expresar, vislumbrando,
la alabanza infinita.
Sólo quien comió con los muertos
de sua adormidera, la de ellos,
no perderá nuevamente
el más leve sonido.
Puede que el reflejo en el estanque
se nos esfume a menudo, pero
conoce la imagen.
Sólo en un mundo duplicado
se tornan las voces
eternas y suaves.
Rainer Maria Rilke, de Sonetos a Orfeu, traduzido ao espanhol por Otto Dörr Zegers.
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